Redacción: Lourdes Cobos
Acapulco, Gro., agosto 24 del 2022 (NOTYMAS) .- Las más de 4 décadas en la política le han dejado huella y mucha experiencia de cómo dejarse ver sin dejar de ser. Colmilludo como pocos políticos, se hace escuchar y le aplauden lo que el respetable quiere oir. Domina el escenario, pues.
No es “corcholata presidencial” y el término le causa escozor y no poco de molestia -tal vez mucho enojo-, pero tal parece que va como caballo de hacienda, aunque aseguró que no es una campaña adelantada.
Es zacatecano pero se dice enamorado (uno más) de Acapulco, y hasta aseguró que sueña con pasar sus últimos años en este paraíso, aunque lo de paraíso quedó corto cuando dijo que Acapulco “está abandonado” durante su discurso para presentar su proyecto “Turismo, Desarrollo Sustentable”.
¿Adivinaron? Es Ricardo Monreal Ávila, senador quien solito volvió a destaparse como aspirante a Presidente de México primero ante el Grupo Aca, y luego ante una masa expectante donde hubo (ohhh) priistas de rancia cepa, como su homólogo Manuel Añorve Baños, la diputada Julieta Fernández Márquez, el regidor Manuel Añorve Aguayo y el hijo de “mi (su) amigo” René Juárez Cisneros, René Juárez Albarrán, así como el líder de la CTM en Guerrero, Rodolfo Escobar Ávila.
También de parte de los guindas de Morena hubo presencia, como los diputados al Congreso de Guerrero, Leticia Castro Ortiz, muy contenta con su participación, y el apocado coordinador de la bancada Alfredo Sánchez Esquivel, así como Mario Figueroa Mundo, presidente municipal de Taxco por el partido (desaparecido) Fuerza Por México, por lo que la mente calenturienta le apuesta a que el polémico líder de la CATEM, Pedro Haces Barba, le dará su apoyo a Monreal Ávila a la “hora de la verdá” o que el alcalde taxqueño va a recibir su jalón de orejas. Videbimus.
Otro homólogo de Monreal llegó tarde: Miguel Mancera, del PRD, y otros ellas y ellos llegaron puntuales como Alejandro Rojas-Díaz Durán, suplente de Monreal que el catedrático de la UNAM, Eduardo López Betancourt.
Como sucede en estos eventos, muchos llegaron y se retiraron casi de inmediato ante la imposibilidad de alcanzar una silla en un amplio salón con un fuerte calor humano que no alcanzaban a enfriar los aires acondicionados.
Cada palabra de un Monreal con buena sanidad dental y siempre sonriente, acompañaba cada gráfica o video editado, con una en especial donde se leía “Yo amo a Monri”, leyenda que empataba con los aplausos y vítores lo mismo de los comisarios ejidales, líderes de colonias que empresarios como Enrique Castro Soto, de la Canirac, la ambientalista Mónica Corazón y otros cuando aseguró que su sueño es “ver renacer Acapulco”.
La neta no hubo sorpresas cuando se dijo que no era un acto de campaña… aunque se le pareció mucho